Alimentos Saludables:Coeficiente Intelectual Potencialmente Más Alto
Los primeros años de vida son esenciales para el desarrollo de nuestro hijos, durante este periodo se desarrollan y fortalecen el lenguaje, las habilidades cognitivas, sociales y motoras de nuestros pequeños. Durante los tres primeros años de vida, el cerebro también crece a un ritmo más acelerado, y esto representa una gran oportunidad para ofrecerles los nutrientes necesarios para lograr su máximo potencial. Si nuestros pequeños no consumen alimentos saludables, incluida principalmente la leche materna, durante este tiempo, su inteligencia futura podría verse mermada.
De acuerdo al estudio realizado por Epidemiology & Community Health en el 2010, se demostró que tan grande es el impacto de un comienzo nutricional deficiente en nuestros hijos.
En resumen los niños que llevaron una alimentación principalmente basada en alimentos procesados a los 3 años de edad tuvieron menor coeficiente intelectual a los 8.5 años. Por cada medida elevada de alimentos procesados, los participantes tuvieron un descenso de casi dos puntos en el coeficiente intelectual.
Como es de suponerse, lo contrario también resultó verdadero, los niños que llevaban una alimentación más saludable experimentaron niveles de coeficiente intelectual más altos.
Como papás, es importante que consideremos minuciosamente los tipos de alimentos que vamos a darles a nuestros hijos en casa. Es bien sabido que consumir constantemente los mismos sabores (azúcares refinados, saborizantes artificiales, etc.) genera preferencias de gusto rápidamente, y esto es válido desde que los niños son pequeños. Es decir, por ejemplo, si se acostumbran a tomar refrescos y jugos repletos de distintos tipos de azúcares y colorantes, en poco tiempo será lo único que les agrade.
La probabilidad de que el coeficiente intelectual sea menor no es el único riesgo para la salud de nuestros hijos, de hecho hay problemas más graves asociados a la alta ingesta de alimentos ultraprocesados. Llevar una alimentación con comida “chatarra” alejada de lo natural, puede sentar las bases para la obesidad, el asma, distintas alergias, diabetes, enfermedades del corazón, problemas de conducta, así como condiciones inflamatorias y enfermedades autoinmunes.
Podemos concluir que nuestro papel de padres de familia nos pone en una posición de suma responsabilidad. Hacer que nuestros hijos lleven una alimentación adecuada y saludable jamás será algo exagerado ni sobrevalorado.
A pesar de que se sabe que la nutrición es la base de una buena salud a corto y a largo plazo, aún existen empresas de alimentos y bebidas que se empeñan en llenar los anaqueles de supermercados con productos dirigidos a los niños llenos de colorantes, distintos tipos de azúcares, ingredientes transgénicos, conservadores y saborizantes químicos, etc. Y es aquí donde nosotros tenemos que estar informados, leer, investigar y tomar buenas decisiones que apoyen nuestro plan de mejorar los hábitos alimenticios familiares.
Nuestros hijos requieren nutrientes reales, no sustancias químicas y artificiales que no existen en la naturaleza. Estos sustitutos por más fortificados que estén no equivalen a comer alimentos enteros e integrales.
El consejo clave en cuanto alimentación es predicar con el ejemplo e ir creando consciencia en toda nuestra familia de la importancia de mantenernos saludables por medio de una buena alimentación.
TIPS PARA COMPRAR ALIMENTOS SALUDABLES
- No te dejes llevar por dibujos ni la parte de enfrente de las etiquetas que suele ser la más vistosa. Lee los ingredientes y tabla nutricional. Los ingredientes se colocan en orden de contenido, es decir el de mayor contenido va al principio.
- Elige alimentos de alta calidad (integrales, orgánicos o mínimamente procesados).
- Programa tus compras con tiempo para que solo vayas pocas veces al mes. No todo se encuentra en un mismo lugar, tal vez tengas que ir a un mercado por frutas o verduras y a tiendas locales por alimentos menos procesados.
- Encuentra sustitutos. Busca opciones saludables para la comida chatarra que tus hijos más quieran. Hay muchas recetas que podemos hacer en casa para sustituir alimentos procesados.
- No premies ni castigues a tus hijos con comida.
- Haz cambios paulatinos no todo al mismo tiempo.
- Elige alimentos prioridad. Por ejemplo si deseas ir migrando a lo orgánico elige 3 productos de tu alacena o refrigerador para cambiar. (En mi caso elegí algunos de alto consumo: pollo, huevo y pasta). Y comienza a comprarlos orgánicos o de libre pastoreo y sin hormonas (en el caso del pollo y huevo) y la pasta que sea integral y si te es posible orgánica.
Lo importante es tomar decisiones conscientes, informados y ser constantes. Formemos niños felices y sanos.