A diferencia de la leche de vaca, los ácidos grasos de la leche de cabra son de cadena corta y de media, por lo que pueden ser absorbidos más fácilmente por el sensible sistema digestivo del bebé.

La especial composición proteica de la leche de cabra, que sólo contiene proteína A2, garantiza que las enzimas digestivas la descompongan mejor.

Al utilizar leche entera de cabra (en lugar de leche desnatada) como ingrediente principal y fuente de grasa, nuestras fórmulas infantiles tienen un sabor naturalmente cremoso y un menor contenido de aceites vegetales.

La grasa de la leche de cabra también tiene un alto contenido natural de ácido palmítico, un ácido graso especialmente importante para el desarrollo del bebé.

Nuestras fórmulas a base de leche de cabra Holle no contienen aceite de palma ni aceite de pescado y proporcionan a los bebés los ácidos grasos saturados que necesitan.

El DHA (omega-3) contenido en nuestra leche de cabra procede del aceite de algas y contribuye al desarrollo de la visión, mientras que el ALA (omega-3) también fortalece el cerebro y el sistema nervioso.