Estreñimiento en bebés

¿Sabías que nuestro sistema digestivo es considerado nuestro segundo cerebro? Una alimentación saludable es la forma ideal de mantenerlo en balance ya que impacta directamente nuestra salud mental y física.

 

Una pregunta frecuente que nos hacemos como padres de familia es sí nuestros hijos son estreñidos. El estreñimiento por lo general sucede cuando los músculos al final del intestino grueso se tensan, evitando que la materia fecal pase de forma regular. Mientras más tiempo permanece la materia fecal allí, más firme y seca se vuelve, haciendo que sea más difícil que pase sin molestias. Entonces, debido a que la evacuación es dolorosa, es posible que tu hijo intente retenerla conscientemente, haciendo que el problema empeore aún más. La retención de la materia fecal ocurre más comúnmente entre las edades de dos y cinco años, en un momento en que el niño está probando su independencia, control y entrenamiento para ir al baño.

Un bebé menor a dos años puede pasar días sin realizar evacuaciones y no necesariamente ser estreñido. O realizar evacuaciones frecuentes pero con heces duras y padecer de estreñimiento. La clave para identificar si es un estreñimiento real es que cuando tenga la evacuación ésta sea dura, seca y que el bebé presente dolor o mucha incomodidad. Si tu bebé está de buen humor, come bien y sus evacuaciones aunque no sean muy frecuentes son blandas, puedes considerar que tiene una buena salud intestinal.

Cuando un bebé se alimenta exclusivamente de leche materna, durante su primer mes de vida por lo general cada vez que come tendrá una evacuación blanda. Después de aproximadamente 8 semanas de nacido puede disminuir el número de evacuaciones. Y es poco frecuente que presente estreñimiento.

Un bebé alimentado con leche de fórmula tiene más probabilidades de experimentar problemas en las evacuaciones que uno alimentado exclusivamente con leche materna. Una de las principales causas es por preparar la fórmula de manera equivocada. Si no ponemos suficiente agua en la preparación esto suele estreñir a los bebés y por el contrario si vertimos agua de más podemos estar mal nutriéndolos. Se deben seguir al pie de la letra las instrucciones de preparación para prevenir este tipo de problemas.

Comienza con la alimentación complementaria de acuerdo a lo establecido por la OMS y la UNICEF, que es a partir de los seis meses. Apresurar la alimentación también puede afectar la buena digestión de los bebés. ​

Si te preocupa y piensas que tu bebé padece de estreñimiento aquí hay algunos síntomas que debes evaluar:

  • En un recién nacido,  materia fecal dura más de una vez al día, aunque esto puede ser normal en algunos bebés que se alimentan exclusivamente con leche materna. Tendrías que ver aunado a esto otros síntomas como malhumor, dolor, etc.
  • En un niño mayor, materia fecal que es dura y compacta, con tres o cuatro días entre evacuaciones.
  • Episodios de dolor abdominal que se alivia después de haber tenido una evacuación grande.
  • Sangre en o fuera de la materia fecal.

Algunos tips que podemos llevar a cabo para mantener una salud digestiva en nuestros bebés cuando ya se alimentan con sólidos (frutas, verduras y cereales) (Después de los 6 meses de edad) son los siguientes:

  • Consumir cereales integrales: avena, mijo, trigo etc. (No refinados ni con azúcar añadida)                                                                                                 Ojo: En las etiquetas no dirá harina de avena refinada. Solo dirá harina de avena. Si no se especifica que es integral, entonces asume que es refinada. No se la des a tu bebé.
  • Alterna frutas/verduras laxantes con frutas/verduras astringentes en un mismo día.                                                                                                       Laxantes: pera, pasas, ciruelas, brócoli, acelgas, kiwi, piña, apio, papaya, etc. / Astringentes: manzana, plátano, guayaba, zanahoria, papa, etc.    Ojo: Si ya sospechas que a tu bebé se le dificulta realizar evacuaciones evita las astringentes.
  • Evita alimentos y jugos ultraprocesados con azúcar como ingrediente.                                                                                                                                         Ojo: Trata de elegir lo más natural posible, sin saborizantes, colorantes o conservadores artificiales.

 

  • Dar agua natural frecuentemente.
  • Realizar ejercicios sencillos como moverle las piernas o simplemente cargarlo para que no esté siempre en la misma posición o bien dar masaje suave en la pancita del bebé puede ayudar.
  • Lleva un diario de alimentación y evacuaciones para que tengas los patrones digestivos de tu bebé y sea más fácil para tu pediatra determinar la situación de tu bebé.

​*Todo lo aquí escrito son pautas generales y no sustituye los consejos de tu profesional de la salud. Si consideras que tu bebé sufre de estreñimiento consulta a tu médico.