Consejos para lidiar con los berrinches de los pequeños

A medida que nuestros pequeños van creciendo, van desarrollando su carácter y temperamento. En el proceso de la formación del carácter de nuestros hijos hay que tener mucha paciencia y constancia para ayudarlos a superar las rabietas o berrinches por las cuales la mayoría de los pequeños van a pasar. No hay que olvidar que nosotros somos los adultos y que tenemos más experiencia en lidiar con problemas, los pequeños se están enfrentando a un mundo nuevo de convivencia y requieren nuestra ayuda y apoyo para aprender a superar esta etapa.

Muchos dicen que los “terribles 2” es la etapa más complicada, pero yo me atrevería a decir que se prolonga hasta los 3 años. Cada pequeño es diferente y mentiría si les dijera que hay una solución mágica para solucionar los berrinches, bueno al menos yo no la he encontrado aún. Como mamá de 3 hijos y uno en camino sé que no es tan fácil aplicar todo lo que uno lee por más consciente y bueno que sea. Pero a los largo del tiempo hay ciertos tips que me han ayudado a sobrellevar estas etapas.

A continuación unas sugerencias muy sencillas que pueden ayudarte con tus pequeños cuando están en pleno berrinche:

Ser firmes pero permanecer calmados sin desesperarnos ni gritar. Por ejemplo si el berrinche es porque no quisimos comprar determinado juguete, la opción no es comprarlo para calmarlo. Hay que mantenernos firmes en la decisión y probablemente en el momento deseemos explicar por qué no compramos el juguete, seguramente eso empeorará la situación porque no nos va a querer escuchar, pero siempre vale la pena intentarlo. La explicación la debemos repetir ya que el pequeño esté más calmado. Aquí lo que podemos hacer es distraerlo con alguna otra situación y salir del lugar.

 

 

Cambia el escenario. Llévalo al patio o a dar un pequeño paseo o caminata.

Adelantarnos a los berrinches. Una buena opción es dar opciones para algo que ya sabemos que no les gusta hacer y así sienten que pueden elegir una opción y ya no es una imposición. Por ejemplo si una niña quiere salir con el cabello suelto porque no le gustan que la peinen, dile, mira que quieres que te haga hoy una trenza como la de la princesa Rapunzel o te hago una cebolla como Cenicienta.

Poner música o cantar una canción que le guste. El ritmo de la música y más si es alegre, relaja a los pequeños y los hace sentirse felices. Si desde pequeños los acostumbramos a escuchar música adecuada para su edad, esta técnica nos será de mucha utilidad.

Hacer una broma, una cara chistosa o decir algo gracioso. La risa es contagiosa, si nos ven reír o hacer algo chistoso es probable que quieran hacer lo mismo.

Habla con ellos de sus sentimientos y ayúdalos a que aprendan a platicar de ellos. Dales seguridad y coméntales que sabes cómo se sienten pero que hay otras formas de sacar su frustración o enojo. Dales ejemplos prácticos en donde des una solución diferente al berrinche. Y siempre recuérdales que los amas y las decisiones que tomas es por su bien.

Enséñale a hacer un tiempo fuera respirando profundamente y contar hasta 10. Esta sugerencia es bueno enseñarla en momentos de paz y mencionar que siempre es bueno tomarnos unos segundos para respirar y pensar en lo que estamos haciendo. Esto lo podemos hacer varias veces en el día, así que cuando sea necesario aplicarla en momentos de berrinche será una práctica común para ellos.

Ponte a su nivel y dale un abrazo o hazle una caricia. Igual vale la pena intentarlo, aunque en ocasiones sabemos que están tan molestos que lo menos que quieren es que los toquemos pero si resulta, se calmarán y podrás hablar con ellos de la situación más rápidamente.

La recomendación más importante es no desesperarnos ni actuar de manera violenta. Con esto no me refiero a ser permisivos ni condescendientes, al contrario ellos deben entender que somos la autoridad y hay que hacérselos ver todos los días. A lo largo de su vida, tendremos que ir ajustando nuestras formas de hacerles ver que somos la autoridad. Estos mismos tips no funcionan igual para un niño de 6 años ni para un adolescente de 13 años. Recuerden que estamos hablando de niños de 1 año y medio a 3 años, que están formando sus límites, su consciencia y su forma de resolver problemas. 

No hay que olvidar que los niños aprenden con el ejemplo. Esta es solo una etapa, ellos pasaran por esta etapa solo unos meses o a lo mucho un par de años y nosotros seremos sus padres toda la vida y los dejaremos marcados para bien o para mal.

Cuando veas que el pequeño logra tener autocontrol en un momento de estrés, coméntale lo feliz que estás de ver que pudo manejar la situación o lo rápido que salió de ella. A los niños y en general a todos nos gusta cuando nos dicen que estamos haciendo bien las cosas.

ÁNIMO! La etapa pasará y será una prueba superada!