La moda de la alimentación saludable

La alimentación es parte integral de la formación de nuestros hijos. El desarrollar buenos hábitos alimenticios en familia es uno de los mejores legados que podemos dejarles. 

Como mamá, sé lo difícil que es ir en contra de la corriente y también sé que tenemos diversos compromisos sociales y que no siempre se puede estar al pendiente de lo que comen, ya sea en la escuela, reuniones o piñatas. Pero si somos responsables de lo que comen en casa y de lo que compramos para preparar nuestras comidas y menús semanales.

 

 

Existe la creencia de que consumir alimentos saludables es “por moda” y que por eso tienen un precio mayor al de los productos convencionales. Tristemente la comida chatarra tiene precios “accesibles” y los mayores consumidores son los niños. Esta es una de las razones por las que México tiene el primer lugar en obesidad en niños y adolescentes. Sabemos que es difícil encontrar opciones de alimentos menos procesados y sin contenido de azúcar. Cambiar hábitos es algo que va sucediendo paulatinamente, y no de la noche a la mañana. Todo proceso requiere tiempo y un poco de investigación para tomar las mejores decisiones. No hay que olvidar que somos lo que comemos. Si vamos a comprar alimentos procesados o preparados, entre menos ingredientes, aditivos y conservadores es mejor. Lo ideal es que en la medida de lo posible se puedan ir consiguiendo alimentos orgánicos o naturales y así reducir los posibles riesgos a corto y largo plazo en la salud de nuestros hijos.

 

A continuación, te damos 10 beneficios que se obtienen al consumir alimentos orgánicos:

 

 

1. Garantía, Seguridad y Salud: Al consumir orgánico te aseguras que tu cuerpo no reciba químicos tóxicos o productos sintéticos que puedan dañar tu cuerpo.

2. Nutrición: Estudios recientes han demostrado que los granos, frutas y verduras orgánicas contienen más antioxidantes y menos nitratos que los de agricultura convencional, lo que los hace más nutritivos.

3. Ayuda a prevenir el cambio climático: Las prácticas de agricultura orgánica ayudan a mantener la tierra. La tierra saludable ayuda a retener el dióxido de carbono fotosintetizado en lugar de expulsarlo a la atmósfera.

4. Menos pesticidas: Los alimentos orgánicos son cultivados sin el uso de pesticidas químicos. Consumir alimentos orgánicos es la mejor manera de reducir la exposición a estos químicos tóxicos.

5. Sin transgénicos: El uso de ingredientes geneticamente modificados está prohibido en la producción y procesamiento de alimentos orgánicos.

6. Menos fertilizantes sintéticos: Las granjas orgánicas solo usan composta, abono y productos orgánicos para mantener la tierra saludable. Aproximadamente el 40% de los fertilizantes sintéticos utilizados en granjas convencionales terminan en superficies de agua y tierra que eventualmente van contaminando ríos, lagos y océanos.

7. Sin aguas residuales: Muchas granjas convencionales utilizan las aguas residuales como fertilizantes para regar sus campos. Los agricultores orgánicos tienen prohibido realizar esta práctica.

8. Carne sin antibióticos: El uso excesivo e innecesario de antibióticos en las granjas contribuye al aumento de bacterias resistentes y con esto un mayor riesgo a la salud pública.

9. Carne sin hormonas: A una gran parte del ganado se le inyectan hormonas para acelerar su crecimiento y en el caso de las vacas lecheras es para aumentar la producción de leche. Estas hormonas pueden representar riesgos en la salud ya que existe la posibilidad de que los residuos de las hormonas en la carne puedan alterar el equilibrio hormonal de los seres humanos, lo cual podría originar problemas crónicos de salud.

10. Trato compasivo y humano para los animales: Se respeta la naturaleza de los animales así como su salud y bienestar, brindándoles espacio suficiente para sus necesidades.

​Comer saludable es un estilo de vida, es apostarle a la salud a mediano y largo plazo, es un deber ser y  una responsabilidad. Tomemos decisiones conscientes.